Por Osho
Bodhidharma fue a China –el es una de las más raras joyas que ha nacido- El rey vino a encontrarlo y le dijo:
“Algunas veces me encuentro muy perturbado, con gran tensión y angustia dentro de mí”.
Bodhidharma lo observó y le dijo “Vuelve mañana temprano, antes de las cuatro, y trae contigo tu angustia, tu ansiedad y todo lo que te perturba”.
El rey miró a este hombre que tenía un aspecto feroz, de dar miedo, y le dijo: “¿Que es lo quieres decir con eso?”
Bodhidharma le dijo: “Si tu no traes todas esas cosas, ¿como puedo ver bien lo que te pasa?
El rey pensó que era mejor no ir, pues a las cuatro de la mañana estaría oscuro y este hombre parecía algo loco, con una gran vara en la mano con la que podía golpear.
No pudo dormir durante la noche porque Bodhidharma lo perseguía en cuanto cerraba los ojos, así que al amanecer decidió ir, pues ¿quién sabe? tal vez ese hombre podía hacer algo.
Así que fue, de mala gana y gruñendo, pero llegó. Y Bodhidharma estaba sentado ante el templo con su vara en la mano, y en la oscuridad se veía mas peligroso aún “Así que has venido –le dijo- ¿y donde están los otros de quienes me hablabas?”
El rey dijo: “Tu hablas con enigmas, eso no es algo que pueda traer, está dentro de mí”
Bodhidharma dijo: “Está bien, dentro o fuera, las cosas son cosas. Siéntate, cierra los ojos y trata de localizar esas cosas dentro de ti. En cuanto las encuentres, dime, con esta vara las voy a poner en su lugar”.
El rey no tuvo mas remedio que cerrar los ojos, temeroso, y busco adentro por todas partes, hasta después de muchos intentos se dio cuenta de que ahí adentro no había nada, ni ansiedad, ni angustia, ni molestia alguna. Entro en profunda meditación. Las horas transcurrieron y el sol iluminó su rostro en el que se reflejaba un profundo silencio.
Entonces Bodhidharma le dijo: “Ahora abre los ojos y dime donde están esos tipos que te molestan”.
El rey rio, hizo una reverencia y tocó los pies de Bodhidharma. Dijo: “Verdaderamente ha puesto todo en su lugar, pues no pude encontrar nada, y ahora ya sé lo que pasa. Nunca hubo nada ahí, parecían estar porque nunca estuve dentro de MI MISMO para ver lo que había, nunca había estado presente ahí. Ahora lo sé, tú has hecho el milagro”
Osho. 1993. TANTRA. La suprema sabiduría. Tomo Dos S.A. de C.V. México, D.F. 305 páginas.
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