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jueves, 20 de mayo de 2010

LA INEXISTENCIA DEL YO

El egoísmo no es un “pecado” para el budismo, sino un error por ignorancia, una actitud que desconoce los valores naturales y la esencia real de las cosas “tal como son”. El egoísmo se nutre de la falsa idea de un yo inherente y real, autónomo y con existencia propia al que nos aferramos ansiosamente para no perder “nuestra identidad”.

Tenemos miedo al “vacío del Yo” cuando en realidad al eliminar el Ego alcanzamos una plenitud gozosa y dejaremos de sufrir. La experiencia del Zen es una reprogramación del Ego a la luz de la percepción de la Unidad de todas las cosas y seres. La Gran Iluminación es el Gran Desapego y a la inversa, la Gran Ignorancia es la Identificación con el Ego, creer que soy Yo, dice muy acertadamente el maestro zen Soko Daido.

Intenta este ejercicio, ideado por el maestro Batchelor:

Busca un lugar tranquilo, confortable. Éste puede ser una esquina del dormitorio el estudio. Colócate en la sentado en el suelo con las piernas cruzadas o en la posición de medio loto, o toma asiento en una silla. Asegúrate de que tu espalda esté libre y derecha pero no tensa. Inclina tu cabeza hacia adelante, de manera que tu mirada caiga un metro delante de ti.

Cierra los ojos o déjalos entreabiertos. Fíjate si es que hay puntos de tensión en tu cuerpo: hombros, cuello o alrededor de los ojos. Relájalos. Pon atención al contacto de tu cuerpo con el piso. Asegúrate estar quieto y en equilibrio. Nota la sutil polifonía de sonidos a tu alrededor, nota cualquier sensación en tu cuerpo, se consciente de tu estado de ánimo. No juzgues estas cosas o trates de cambiarlas: acéptalas por lo que son.

Haz tres respiraciones profundas y largas. No te imagines a la respiración como algo invisible entrando y saliendo por tu nariz; nota las sensaciones de tu cuerpo (aún las más triviales, como el contacto de tu piel con la camiseta) que participan en el acto de respirar. Luego deja que la respiración siga su ritmo, sin interferir o controlarla. Sólo permanece con ella, permitiendo que la mente se asiente en la oleada de la respiración, como un bote pequeño anclado, subiendo y bajando suavemente con el oleaje. Haz esto por diez minutos.

Puede que este ejercicio no sea tan directo como parece. Por más fuerte que sea tu resolución de estar presente y concentrado, es difícil evitar que la mente vague entre los recuerdos, planes y fantasías. Es posible que pase varios minutos antes de que te des cuenta que te has distraído.

Normalmente no nos damos cuenta que tan distraídos estamos, simplemente porque la distracción es un estado de no darse cuenta. Este tipo de ejercicio puede obligarnos a reconocer que la mayor parte del tiempo no registramos qué es lo que pasa aquí y ahora. Revivimos una versión editada del pasado, programando un futuro incierto, o en la complacencia de estar en otra parte. O vamos en piloto automático, sin siquiera estar conscientes.

Para empezar a disminuir el Ego debemos empezar a practicar la meditación diariamente, comenzando con este ejercicio sencillo. Poco a poco te darás cuenta que el Yo (ego) es una sucesión de elementos que generan una falsa ilusión de unidad. Son “agregados” (skandhas) que si los vamos separando nos daremos cuenta que no existe un “sí-mismo”: Forma y cuerpo, memoria y percepción, estados mentales… todos juntos forman un flujo (como fotogramas de una película) que generan la falsa ilusión de un Yo.

Para dejar de ser egoístas debemos ser conscientes de esa falsa ilusión, esto nos hará más humildes y tolerantes.

Por JAVIER AKERMAN
FUENTE: http://tantrayana.blogspot.com/

Puedes ver también:
www.budistas.blogspot.com
www.javierakerman.blogspot.com
www.centrocuerpomente.blogspot.com

2 comentarios:

  1. Practico la meditación, es una de las herramientas mas poderosas que ayudan a cambiar tu vida haciéndola mas plena. La meditación Zen te asegura la trascendencia del ego.
    Gracias...muy lindo e interesante tu blog.

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  2. Yo veo la meditacion como la puerta de entrada a la residencia de nuestro Yo verdadero, alli donde todo es real y perfecto. Es una experiencia que no se la puede describir, hay que vivirla para comprenderla y es la manera de sentir la autentica paz, de darnos cuenta que no necesitamos nada mas para ser felices puesto que ya tenemos todo lo necesario. Gracias a vos por tu visita y tus cumplidos. =)

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