Buscar este blog

viernes, 20 de agosto de 2010

CUANDO UN SER QUERIDO SE VA

Por Indra Devi

Cuando muere un ser querido pensamos: “Quiero que se quede conmigo a cualquier precio; si sufre,, que sufra, con tal de que esté conmigo”. Pero esto no es amar de verdad; se trata de un apego. Si de verdad amaramos a esta persona, le haríamos más fácil la salida.

Cuando un ser muere, está en un proceso de cambio y se encuentra en un mundo completamente diferente al que habitaba; pero puede ver y sentir todavía lo que sigue sucediendo aquí. Esta persona necesita de nuestra ayuda, de nuestra ternura, nuestra aceptación, porque la experiencia que está viviendo es totalmente desconocida. Y se le hace más difícil el cambio si la gente que lo quiere no lo deja ir.
Si lloramos y nos revelamos, le hacemos muy duro el despegarse de este plano. Además, con nuestro llanto y nuestro dolor, creamos una cortina tan espesa que la persona que murió no puede contactarse con nosotros.
Lo mejor es colocar una foto de la persona que falleció y hablarle. Que uno lo quiere mucho, que le desea todo el bien, que va a encontrar la paz, que no se quede apegado a la Tierra…

Hay que tratar de olvidar por un momento nuestro sentimiento de perdida y ayudar a nuestro ser querido. Aun más si el fallecimiento se produjo por causa de un accidente, ya que la persona no tuvo la posibilidad de prepararse para esa fatalidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario