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martes, 7 de diciembre de 2010

DÓNDE SE SITÚA EL PODER DE CADA UNO

El ser humano es cuerpo- mente- corazón- espíritu.
El cuerpo es la base material, el espacio físico, visible, palpable, la forma por la que se muestra el individuo en este planeta. Cristo, para mostrarse y vivir en la Tierra, tuvo que asumir cuerpo.
Esta es una realidad obvia para cualquier persona. La subsistencia del cuerpo es la providencia primaria de la actitud humana.
Desde sus comienzos, el hombre está perfeccionando sus cuidados por la vida material. Esta fue la primera fase de la evolución. Pero la evolución material, por mas perfecta y avanzada que sea, jamás llegara a la esencia de la criatura humana.

Como la humanidad todavía no alcanzó decididamente el segundo peldaño de la escalera de evolución, la vida, aun basada en la materia, continúa precaria, difícil, complicada, angustiante. Allí está la explicación de por que el hombre, inclusive siendo de la dimensión del infinito y poseedor de la mas alta tecnología, sufre, pasa necesidades, cae en frustraciones, se hunde en la miseria, se sumerge en la violencia, se abate en la soledad y en la desesperación.
Mientras sea conocido y vivido solamente el hombre material, su caminata será exitosa horizontalmente, pero las otras dimensiones de la vida permanecerán en conflicto.
Para que el individuo alcance su dimensión total se necesita que su evolución llegue al espíritu, punto más alto de la realidad humana.
El cuerpo es limitado, finito, planetario.
El espíritu es la divinidad, lo infinito, la chispa divina.
En él se sitúan la Sabiduría, el Poder, el Amor, la Felicidad, la Inmortalidad, la Abundancia, la Vida, el Bien, la Belleza, la Verdad.

El espíritu es la inmanencia divina, por eso es igual en todos los seres humanos. Lo que marca la diferencia entre persona y persona, lo que individualiza e identifica a alguien es la mente. Esta hace que usted sea usted, con su personalidad, su identidad y su modo de ser y actuar. La mente es usted y su vivir.
El espíritu es la Vida de todos los seres humanos.
La mente es la vida de cada uno.
El espíritu es universal; la mente es individual.
El espíritu unifica a la humanidad; la mente la individualiza.
El espíritu es la divinidad en el ser humano; la mente es el ser humano en la divinidad.
El cuerpo localiza a la criatura humana; la mente la individualiza; el espíritu la realiza y plenifica.

Cuanto mas ocupe la materia la dimensión de la mente, mas se distanciara esta del espiritu en si mismo y, por consiguiente, de la verdadera realidad del ser humano.
Tal verdad era desconocida cuando Jesús vino a este planeta. Su misión grandiosa fue rescatar la Verdad Humana. Enseñó que el ser humano es un dios, un ser divino, hijo de Dios, amor, felicidad, poder, sabiduría, verdad, comunión con el Padre.
Rajneesh, conocido pensador hindú, escribió: “Ir en dirección a Dios es volverse hacia dentro”.
Pablo de Tarso, cuando llegó por primera vez a Atenas, en Grecia, fue a hablarle al pueblo en la tribuna del areópago. Así se pronunció sobre el Dios Desconocido: “Pues en él vivimos, nos movemos y existimos. En relación con esto dijeron también algunos de vuestros poetas: Somos de su estirpe”.
Somos de la estirpe de Dios, por eso, en nuestro interior existe la Luz Divina que, cuando es utilizada, nos eleva al nivel de la perfección física, mental, material, emocional y espiritual.
El apóstol Pablo, en una carta a los efesios, escribió: “Mi palabra y predica no consistieron en lenguaje persuasivo, sino en demostración de espíritu y poder”. Demostración de espíritu y poder.

Dijo el apóstol Juan, en su primera carta, que “El espíritu es la Verdad”. Por esas dos afirmaciones, una vez mas queda confirmado que en nosotros existen poder y sabiduría.
Somos, esto está confirmado, de la estirpe divina.
El apóstol Juan, en su primera carta señaló: “En esto conocemos que estamos en El y Él en nosotros: porque nos da su ESPIRITU”. (Jn. 1,4, 11-18).
En una carpa escrita a los cristianos de Éfeso, el apóstol Pablo dijo: “Robustecidos en el Poder del Espíritu que está en vuestro hombre interior…”.
Joel Goldsmith, en una de sus obras, acentuó: “Tú eres relejo de Dios… cuanto mas te aproximes a esta idea, tanto mayor será tu potencial divino”.
Sin embargo, supongamos que usted nunca hay escuchado hablar respecto de su origen supremo; aun así, es urgente que sepa de la existencia de poder y sabiduría en usted, pues es a través de ellos como logrará realizar su vida.
Un día, le preguntaron a Thomas Alva Edison, inventor de la lámpara eléctrica, qué era la electricidad. Edison respondió que la electricidad no se explica, se usa.
El Poder Infinito, que existe dentro de usted, no se explica, se usa. Úselo en su beneficio, en beneficio de los suyos y en beneficio de toda la humanidad.

FUENTE: El Poder Infinito de su Mente 2, Lauro Trevisan.

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